Cambiemos el odio por amor a la patria

Son momentos en que el Ecuador necesita más que nunca de sus flamantes representantes (Ejecutivo y Legislativo), hay necesidades urgentes por resolver: violencia, narcotráfico, microtráfico, justicia, economía, empleo, salud, educación; demasiadas tareas para tan poco tiempo. Un Ejecutivo joven que aplica vieja política; envía a su compañera de fórmula a una misión de paz a un país que no pidió, reformula la institucionalidad de la Vicepresidencia de la República, emite un decreto que deroga una tabla que es parte de una ley (demagogia). Su gestión es de urgencias, señor presidente, no hay tiempo para el devaneo, demuestre su carácter. Más grave es el caso del Legislativo, repetidores y no aprenden la lección, las mañas y flaquezas continúan. Les interesa más el desorden, la venganza, la revancha, el odio, que la emisión de leyes que el país necesita con urgencia: normas que regulen la actuación de los jueces, normas que permitan la reactivación de la economía, normas que faciliten conseguir empleo, reglas para bajar la violencia de todo género, normas para impedir el ingreso y expendio de la droga, etc. Ciertos asambleístas han demostrado tanta bajeza que parecen miembros de organizaciones delictivas. No existe otra manera de explicar el hambre de destituir a la fiscal de la Nación, enjuiciar al exmandatario, olvidando el texto de la Constitución de su cosecha 2008, donde su líder se blindó “el presidente de la República solo puede ser enjuiciado políticamente cuando está en funciones” y el desquicio mayor, el intento de hacer agua lodo la investidura del contralor general del Estado que ellos mismos posesionaron. Basta de odio, señores de la bancada de mayoría, pierden el tiempo buscando impunidad, dedíquense a trabajar para el pueblo que los eligió.

Mandados, cambiemos odio por amor a la patria, el Ecuador les agradecerá mañana con el voto. (O)

Marco Antonio Zurita Ríos, Quito