¡No hay derecho! El engaño de lo ‘family friendly’

Yo no entendía por qué los niños y púberes que iba conociendo de cerca llegaban sexualizados a tan temprana edad. Manejaban el doble sentido, usaban los emoticones de connotación sexual y cuando les pedía representar teatros rápidos en los talleres, mostraban que ya tenían incorporados criterios distorsionados de la sexualidad. Sus padres y sus familias no los estaban formando así. ¿De dónde salía esta sexualización siendo tan pequeños?

Pasé un tiempo sin dar con la respuesta hasta que me encontré con el engaño del contenido Family Friendly, “Apto para toda la familia”, de YouTube Kids. En esta plataforma, que en teoría filtra el contenido para menores, existen canales donde personajes dirigidos a niños están distorsionados de su rol original, pirateados y protagonizando escenas erotizadas nada aptas para menores.

Los millones de vistas y dólares que generan estos

“Los productores saben que los niños están solos. Nadie va a proteger la inocencia de sus hijos si no ustedes. No confíen en YouTube, a ‘él’ no le importa que sus hijos se dañen”.

videos indican que los productores saben que los niños están solos, sin padres y sin supervisión del contenido que ven. El material ha crecido, con videos dirigidos a los preescolares, que continúa hacia los púberes. No tengo palabras y me duele el corazón investigar y escribir esto.

He tenido que ver a Barbie embarazada, a She-Hulk practicándose un aborto con un serrucho, a los hombres disfrazados de mujeres y a las mujeres disfrazadas de hombres, y luego, ver a padres de familia grabando junto con sus hijos pequeños como blogueros, con el mismo contenido basura y sin alma. El resultado son niños que están forjando su identidad a base de este contenido, entrelazado con la burla cruel y falta de empatía.

Mi sugerencia: busquen el material que sus hijos pueden ver, revísenlo de principio a fin, y si encargan a sus hijos a alguien que los ayuda con la crianza, indíquenle de forma específica lo que pueden y no pueden ver. Controlen el tiempo de ocio con la tecnología y no conviertan a los dispositivos en niñeras. Busquen tiempo para actividades en el mundo fuera del celular y la tableta. (O)