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Crecimiento del pelo tras implante llega al 98 %, según la técnica

Cirujano capilar asegura que la técnica de la tira o FUSS registra una tasa de crecimiento del cabello del 50 % o menos; la FUE, del 75 %; y la implantación directa o DHI, de 98 %.

Las técnicas de implante capilar han evolucionado; hasta hace poco, si usted optaba por el procedimiento, inevitablemente le habrían hecho un corte en la parte posterior del cráneo (técnica de la tira). Hoy, en muchos casos, ya no es necesario.

También existe la técnica de extracción folicular por unidad (FUE), de la que hay muchos videos en internet, y consiste en un trabajo minucioso, folículo a folículo.

Ahora es muy probable que su médico le recomiende la técnica del DHI o implantación directa, explica el doctor Jorge Bejarano, máster en cirugía capilar. “Hacemos una extracción del folículo por uno y lo implantamos en la zona del paciente que lo amerite. Está muy en boga hacer implantaciones de barba, en las entradas y en la corona”, detalla.

En la implantación directa, el especialista en DHI ya no dejará un hueco para insertar el pelo, sino que usará una pluma implantadora. “Eso ha marcado muchísimo la diferencia en el país”, sostiene.

También hay cambios en la extracción, que se hace de la parte trasera de la cabeza. “Se modificaron los diámetros del punch (la perforación)”, dice.

El objetivo es no dejar marcas ni cicatrices, dice el cirujano capilar. “Hemos tenido como pacientes a figuras de la televisión nacional, que (después del tratamiento) pueden raparse la zona posterior y no se nota nada”, manifiesta.

Ese es uno de los cambios en la técnica de implantación directa, agrega, no dejar marcas en la zona de extracción. “El paciente puede cortarse el cabello y no va a tener ningún tipo de señal”, asegura.

¿Cómo funciona la pluma implantadora? Tiene la forma y tamaño de un bolígrafo, y en ella se colocan los folículos, que el médico luego disparará en la piel. El implante capilar, continúa Bejarano, está recomendado para cualquier paciente mayor de 18 años. “Hemos trabajado con pacientes de 70 años”, remarca.

Pero hay una condición: que la zona donante esté apta para la extracción. ¿Qué significa esto? Si el paciente no tiene una zona de la que se puedan sacar al menos 3.000 cabellos, no es candidato al injerto capilar. En la consulta se le indicará si usted aplica o no, sostiene el especialista Bejarano.

Si está calificado usted podría ser intervenido entre 08:00 y 15:00, ejemplifica el médico. Tres horas para la extracción de 3.000 a 3.500 cabellos; una pausa en un área de descanso, y a los 30 minutos ingresaría al área de implantación. “Todo paciente con alopecia androgénica o calvicie común en algún momento de su vida necesitará un trasplante capilar”, considera.

¿Las mujeres también son candidatas? “Sí”, dice el médico. “Ahora la alopecia se ha vuelto muy común; tengo que recalcar que el COVID-19 ha aumentado muchísimo los grados de alopecia en mujeres, antes no teníamos tanto”, sostiene Bejarano.

Añade que inicialmente se pensó que la caída del cabello por coronavirus sería temporal, cuestión de meses, pero ha observado que en algunas personas el daño ha sido permanente y han tenido que recurrir a los injertos, notoriamente las mujeres. “El 85 % de mis consultas habían sido masculinas siempre, el otro 15 % femeninas. Actualmente debemos tener una relación de 75/25, es impresionante el aumento en la cantidad de consultas”, comenta Bejarano.

Las edades de esta intervención, que no es de bajo costo, son cada vez menores, añade.

“La edad típica de un trasplante capilar variaba entre los 32-33 años de edad en pacientes masculinos hasta los 45-50 años. Pero en el mes de enero operé a tres pacientes de 27 años; esto sugiere que el COVID-19 ha afectado también a la población joven. Personas que quizás iban a tener calvicie a los 40 años se quedaron calvas a los 28”, manifiesta.

Según Bejarano, las mujeres pueden tener calvicie común o alopecia androgénica en dos etapas de su vida: después del embarazo y antes y después de la menopausia, cuando los niveles hormonales se modifican, elevándose aquellas que hacen caer el pelo. “No siempre la alopecia gestacional termina en trasplante, pero la que es por menopausia por lo general lleva a perder cabello en la línea media (la raya en medio o al costado), e implantamos en estas zonas”, explica

El cabello injertado, expone Bejarano, empieza a crecer a partir del cuarto mes y será cuando los hombres noten los cambios. Las mujeres esperarán de 12 a 18 meses, por el común anhelo de ellas de tener el pelo más largo.

¿El paciente volverá a necesitar el tratamiento? El injerto es permanente en la zona implantada. “Si un paciente de 28 a 30 años ha perdido cabello en toda la zona frontal e implantamos allí unos 4.000 cabellos, esa línea quedará muy bien, pero la corona, que estará intacta, irá perdiendo con los años”, expone Bejarano.

El implante capilar no modifica genéticamente al paciente ni es la cura de la alopecia, aclara el cirujano capilar. “Hasta hoy no hay cura, pero este tratamiento devuelve volumen de manera permanente en la zona implantada”, afirma.

¿Seguro que ese cabello implantado no se caerá? “Lo extraemos de la zona más resistente a la hormona DHT; los estudios moleculares prueban que al extraer ese cabello, se destruyen los receptores de la hormona, entonces el paciente conservará sus implantes para toda la vida”, enfatiza. Y en las áreas no tratadas podrá optar por más implantes cuando los necesite, agrega.

Así, puede ser que cada dos o tres años un paciente decida tener más volumen de cabello en una zona específica.

¿Hay personas en las que no funciona el implante? Bejarano explica que la eficacia depende de la técnica; la tira o FUSS tiene una tasa de crecimiento del 50 % o menos; la FUE tiene una tasa de crecimiento capilar del 75 %, y la implantación directa o DHI tiene una tasa de crecimiento de 98 %.

Las indicaciones antes del procedimiento son ambulatorias e incluyen que quince días antes el paciente no podrá meterse al mar ni a la piscina ni tampoco podrá ejercicitarse.

Además, no debe cubrir la zona implantada durante cuatro o cinco días. Después podrá usar una gorra o cubierta si gusta. El primer lavado se lo hará en la clínica, y deberá esperar instrucciones para lavarse la cabeza en casa y aplicar productos hidratantes.

¿Es necesario que un cirujano haga el procedimiento? Bejarano opina que sí, porque el profesional debe saber manejar una herida o un trasplante capilar. Por lo general, indica, estos procedimientos están en manos de los médicos dedicados al área estética.

Cirugía necesitaría de tres horas para la extracción de 3.000 a 3.500 cabellos.

COVID-19 habría incidido en el aumento de nivel de alopecia en las mujeres.

SALUD

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2023-05-28T07:00:00.0000000Z

2023-05-28T07:00:00.0000000Z

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