Ambulantes, sin restricciones para vender en el Malecón Simón Bolívar

Los comerciantes entraron a laborar y los guardias permitieron que permanezcan en el lugar. No se informó oficialmente si existe una nueva disposición para que ellos puedan laborar ahí sin problemas.

“Peperoni, salami, jamón, queso. Lleve la pizza, que está calientita. Tengo agua Cielo (marca), agua, agua. Ocho porciones de pizza en 3 dólares cincuenta”, voceaba con un megáfono una vendedora ambulante dentro del malecón Simón Bolívar, en el centro de Guayaquil, la tarde del viernes pasado, al inicio del feriado por la batalla del Pichincha.

Como ella, muchos otros comerciantes informales caminaban tranquilamente a lo largo de este sitio turístico e icónico de Guayaquil, donde su presencia estuvo restringida durante décadas en administraciones anteriores lideradas por el Partido Social Cristiano (PSC), bajo el argumento de mantener el orden y seguridad en un espacio que es concurrido por turistas locales y extranjeros que visitan la Perla del Pacífico.

Ofrecían fundas de snacks, churros, bebidas energizantes y demás. Algunos incluso coincidían en su andar con los guardias privados que están dispuestos en el malecón para garantizar el orden, pero ninguno de los ambulantes fue retirado del sitio como en otras ocasiones, en que se han dado enfrentamientos con golpes de lado y lado.

Así transcurrió ese día de asueto nacional en el Malecón Simón Bolívar, un emblema de la ciudad, cuya administración es liderada por el alcalde Aquiles Alvarez, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), desde el 14 de mayo.

Sobre la presencia de los informales allí hubo opiniones divididas de los visitantes que acudieron en grupos de familia y amigos para el esparcimiento aprovechando el asueto.

Algunos dijeron estar de acuerdo con que se les permita entrar, siempre y cuando haya resguardo de los guardias y agentes metropolitanos y se mantenga la seguridad y el orden en el lugar.

A varios de estos últimos se los vio en los ingresos al sitio.

Pero también hubo personas que se mostraron en contra: adujeron que el permanente bullicio generaba cierto ambiente de incomodidad.

Este escenario de opiniones divididas en torno a decisiones

Los informales no podían vender ahí en las alcaldías de los socialcristianos.

respecto al malecón no son nuevas. Inicialmente, cuando el entonces candidato a la Alcaldía Aquiles Alvarez habló de que, en caso de ganar las elecciones del 5 de febrero, retiraría las rejas del sitio, esa postura también tuvo voces a favor y en contra de la ciudadanía.

Más aún con el azote de violencia que vive el Puerto Principal del Ecuador de parte del crimen organizado, cuyos brazos armados cometen crímenes a plena luz del día, en espacios públicos y privados.

Posteriormente, ya electo alcalde, Alvarez aclaró que el tema de retirar las rejas del malecón se había sacado de contexto y que era consciente de que primero se debe trabajar en la seguridad. En su cuenta en Twitter, plataforma en la que interactúa constantemente con la ciudadanía, indicó después que creará mesas técnicas en las que participen la academia, los gremios, las organizaciones civiles y la ciudadanía, para viabilizar esa y otras propuestas de planificación urbana.

La tarde de este viernes, el Malecón Simón Bolívar estuvo lleno de visitantes. Al menos hasta las 16:00 fue el único espacio público de la ciudad que tuvo gran concurrencia, ya que otros sitios, como las plazas Vicente Rocafuerte y Rodolfo Baquerizo (en la av. 9 de Octubre), el parque acuático de la avenida Barcelona (por la PJ), el parque de la ciudadela Ferroviaria y demás estuvieron vacíos.

El centro de la ciudad también estuvo desolado en la mañana y parte de la tarde de este viernes de feriado nacional. Mientras, en el peaje de Chongón, en la vía a la costa, el panorama fue diferente: decenas de vehículos hicieron fila para salir hacia los balnearios de Guayas y Santa Elena.