Devotos recorrieron centro de Guayaquil para pedir por la paz y la reconciliación

Procesión mariana marcó llamados a sobreponerse a la violencia criminal, proteger a los jóvenes y a solicitar a los políticos no defraudar con sus propuestas de campaña.

Portando imágenes de la Virgen en sus distintas advocaciones, decenas de fieles se sumaron la mañana de ayer a la procesión “María camina con su pueblo”, que se tomó la avenida Machala, una de las principales arterias de enlace del centro al sur de Guayaquil.

Niños, adultos y personas de la tercera edad avanzaron a pie una veintena de cuadras, desde la calle Luis Urdaneta hasta Gómez Rendón. Varios creyentes iban con rosarios, vestían camisetas blancas o portaban cuadros religiosos.

La feligresía avanzó detrás de una bandera con la frase “María camina con su pueblo”, de la imagen de la Virgen y de la tela tricolor con la palabra “paz” y la imagen del Sagrado

Corazón de Jesús.

Monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, dijo que el encuentro era una expresión del pueblo por reafirmar la esperanza, vida, alegría y paz. “Queremos anunciar ese mensaje de Jesús y María para que las personas libremente lo acojan o rechacen, lo importante es saber que hay libertad de decir a Dios y la Virgen cuánto le queremos y por ello trabajar que haya paz, reconciliación, respeto entre nosotros, y confianza que tanto necesitamos”, manifestó.

A su vez, ante la proximidad de las elecciones, Cabrera invitó a los políticos a no defraudar con sus propuestas.

Rosario Quezada, moradora del sur de Guayaquil, era una de los creyentes que sostenían la bandera tricolor del Sagrado Corazón de Jesús con su mensaje de paz. Comentó que buscaba suplicar en pro de la paz ciudadana, erradicando la violencia criminal en Guayaquil y en el país en general.

Durante todo el evento, un helicóptero militar se mantuvo vigilante. Además, uniformados de las Fuerzas Armadas resguardaron el recorrido.

Integrantes de la parroquia Rosa Mística, de Sauces 8, acompañaron con tambores y trompetas para amenizar los cánticos. Ellos como otros grupos gritaban a favor de la Virgen María y expusieron carteles de sus iglesias.

Allí, la adulta mayor María Prado pidió al poder divino que llene de sabiduría al presidente Guillermo Lasso en la toma de decisiones que marquen el rumbo del país en los siguientes meses que le quedan de periodo hasta que se cumplan las elecciones.

Flor Martínez, habitante del noroeste, suplicó por la unión de las familias y que ello evite que adolescentes sean reclutados por grupos delincuenciales. “Que no solo se deje todo en manos del Gobierno, sino que desde los hogares los padres se preocupen más de sus hijos y en qué compañía andan”, manifestó.

Pasadas las 10:00, los creyentes llegaron a la tarima instalada en Gómez Rendón, donde se presentaron más de 40 advocaciones marianas. Allí, los fieles de las distintas parroquias y movimientos ofrecieron cánticos, oraciones e incluso entonaron el Himno Nacional. Coparon alrededor de cinco cuadras.

“Concédenos la paz para construir puentes de unidad y amistad y para derribar muros de división y violencia”, oraron los presentes.

Luego, pasadas las 11:00, se esperaba la celebración de una misa que estaría presidida por monseñor Cabrera para pedir por la paz y reconciliación del Ecuador y del mundo.